jueves, 20 de agosto de 2015

Publicación Personal: Sentir de Despedida

Pensé tanto si debía publicar este post. Creo que nunca me cansaré de hablar de el. El mejor tío del universo, el señor que parecía sacado de una historia de fantasía, escribí este post el día de su misa del aniversario de su muerte, uno de los días más tristes en mi vida.

A continuación les dejo una gran parte de mi corazón, en este texto les desnudo al dolor más interno que llevo en mi alma.

Hoy Jueves 20 de agosto de 2015 se cumple un año de tu desaparición física tío. Ha sido un día diferente, tanto así que se ha sentido el ambiente distinto, ha sido un día lluvioso y pesado para la familia, tu ausencia se ha vuelto un saco de plomo en nuestros corazones.

Se que desde el cielo nos estás cuidando, pero lamentablemente necesito verte. Siento que tu muerte es una herida sin curar, siempre va a ser una herida sin curar. Definitivamente no me acostumbro a perderte.

Por momentos cierro mis ojos y escucho tu risa, tu voz y te siento tan cerca. Duele tanto saber que te he perdido. Perdí a alguien que amo, perdí a alguien que te amaba.

Se que vives en mi corazón, pero te quiero en físico, palpable en mi vida. Tío necesito gravemente un abrazo tuyo, ya no aguanto este sentir de despedidas.

Hoy entre toda la famila hemos decidido vestirnos de blanco, en honor a tu alma, que merece paz y que siempre fue pura.

Fuiste un padre y un tío único en nuestras vidas, eres el vacío mas grande que esta en mi vida. No hay un día en que no te piense, en el cual no me duela tu asesinato. Es tan injusto que te hayan arrancado de nuestras vidas.

Te arrancaron de una manera tan brusca y despiadada, que se hace tan difícil aceptar tu partida.

Me niego a aceptar el espacio vacío en tu mesa, el mensaje de feliz cumpleaños ausente, el abrazo del mejor tío, la sonrisa única que podía alegrar a cualquiera. Necesito de ti, de tu humor, de tu forma de ser, de tus historias.

Y creo que estas cosas las sentimos todos, nadie se acostumbra a perder a alguien de la familia, a ese vacío en las fiestas, en los corazones y en las vidas, pero de verdad no se cómo manejar esto.

Tío, perdón.

Y es que eres tan especial en mi vida.

Todo pasó tan rápido, supongo que así son las peores despedidas, aunque no pude despedirme, creo que nadie pudo despedirse...

Me duele tanto obligarme a aceptar tu partida. No quiero aceptar, no quiero creer... Quisiera que todo esto fuese una horrible pesadilla, quisiera que estuvieras aquí al despertar mañana, que todo esto fuese una gran mentira.

Se que eso no va a pasar, y debo aprender a convivir con tu ausencia, con tu inesperada partida.

No era tu momento de irte, no merecías morir así... Nadie merece morir por la delincuencia de un país.

No sabes cómo duele este sentir de despedidas.

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