Donde quiera que estés.

Es una mañana un poco fría, creo que más de lo que esperaba.
Me coloqué mi sombrero y mis lentes, era hora de entrar al tren. Es un poco complicado caminar en tacones por aquí.
Tomé mi equipaje de mano y me apresuré a entrar al vagón, que para mi suerte era el último.

inspeccioné todo el lugar con la mirada.

Por primera vez sentía que estaba en un sitio cálido pero a la vez seco y vacío. El cual me haría compañía junto a las miles de personas que abordaban este tren.

Tomé asiento en una de las mesas justo al lado de las ventanas que daban vista al paisaje, saqué una hoja y un bolígrafo y un poco desconcertada comencé a escribir esta carta.

"Sábado 8 de noviembre 1958

10:38 AM

Hola papá.

Hoy en la noche tengo mi primera función teatral. Tu niña Anastasia ya es una gran actriz. Voy en camino al sitio de la presentación.

Nunca pensé escribirte esta carta. Nunca pensé decirte alguna palabra bonita. Sabes que no eres alguien con quien haya tenido una buena relación. No tuvimos una relación "padre e hija" convencional.

Pero tener diferencias no significa que no seas una parte importante de mi vida.

Quiero empezar esta carta pidiéndote perdón.

Perdón por odiarte.
Perdón por tener asco hacia ti.
Perdón por alguna vez haber deseado que no fueses mi padre.
Perdón por tener tanto resentimiento hacia ti.

Aunque me hayas herido tanto, aunque aún tenga esas heridas sin sanar, siento que debo pedirte perdón. No importa cuan quebrada y herida me sienta por dentro. Donde quiera que estés se que vas a ayudar a curarme.

Me hiciste tanto bien y a la vez tanto daño. Se que cuando murió mamá no fue fácil para ti seguir adelante. Y mucho menos conmigo a tu cargo, yo sólo tenía 10 años, era débil y tu estabas destrozado, aún así seguimos adelante.

Siendo sinceros no fui la mejor hija, tu tampoco fuiste el mejor padre. Aún así estoy segura que tuvimos a quienes merecimos. Solamente actuamos mal de ambas partes.

No era mi culpa que mi madre hubiese muerto, no era tu culpa que yo fuese rebelde. Nunca quisiste dejarme vivir... Así cómo yo nunca quise entenderte.

Siento que tus golpes no eran la solución a mis problemas. Irme y abandonarte tampoco fue la solución para los tuyos.

Perdón por seguir mis sueños y abandonarte sin importar cuan grande era tu miedo a la soledad.

Recuerdo tantas situaciones llenas de discusiones y problemas. Recuerdo nuestra más grande pelea el día que te dije que quería ser actriz... Estabas seguro que yo no llegaría a ningún lado. Aún así saqué la fuerza que tenía mamá para seguir luchando. Y lo logré papá. En este momento desearía que estuvieses aquí para compartir mi triunfo. Poder borrar nuestro pasado y hacerte sentir orgulloso de mi.

Aunque sea por una vez en mi vida lograr ser tu orgullo.

Juro no quiero recordar más nuestras peleas. No sirve de nada recordar dolencias del pasado, enfatizar los problemas es algo que no nos permite avanzar.

Quiero que sepas que te perdono por todo lo malo que hiciste. Quiero pedirte perdón por todo lo malo que hice. No sabes cómo desearía poder volver a empezar.

Aún me duele saber que nunca pude decirte todo lo que siento de frente. Me duele tanto saber que has muerto. Te fuiste a la otra vida y yo no pude despedirme.

Es algo que no me perdonaré nunca.

Espero que donde quiera que estés, logres perdonarme. Yo debo seguir adelante, pero eso no implica que vaya a olvidarte. Siempre vivirás en mi. Siempre estarás en mi mente. Aunque siempre estaré incompleta. Al morir te llevaste una parte que siempre ignoré de mi corazón, aunque esta parte fuese la más importante.

Quiero decirte que espero alguna vez poder encontrarte. Poder tomarte de la mano y pedirte perdón, poder decirte cuanto te amo.

Espero logres haberte encontrado con mamá.

Si la ves espero le des un beso gigante de mi parte. Los extraño mucho.

Un beso y un abrazo de parte de tu niña.

Anastasia."

Luego de terminar la carta, la doblé, respiré profundo y me coloqué de pie.

Fui rápidamente al final del vagón, abrí la puerta y me sostuve con mi mano derecha de una de las barandas, miré al cielo en busca de tu mirada...

El viento está un poco fuerte

Cerré fuertemente mis ojos mientras levanté mi mano izquierda y dejé que el viento se llevase la carta.

"Perdón... Donde quiera que estés, Te amo mucho"