Al salir de clases me dirigí a la oficina de ese hombre, el señor que me hizo pensar que realmente era el amor de mi vida. Tragué grueso y salí del colegio intentando arreglar mi uniforme. Quería verme especial para esta despedida.
Llegué a la oficina y la secretaria dijo que habías ido a almorzar, me dió una taza de café y una galleta, me dijo que podía entrar a la oficina y esperarte aquí.
Así que entré y me senté aquí frente al computador, y comencé a escribirte estas palabras.
"Miguel, mi gran y hermoso señor miguel.
Comenzaré por decirte lo más bonito que tienes...
Tus ojos marrones han sido lo más hermoso que han visto mis ojos, juro por dios que jamás me había sentido tan enamorada.
Tu forma de ser es tan ruda, masculina y trancada que en serio me hace sentir que eres el dueño de mi, me siento maniatada. Y en cierto punto eso me encanta.
Me encanta cuando me haces reir, cuando me besas y me haces sentir tantas cosas.
Fuiste el primer hombre en mi cama.
Tus canas y tu madurez de edad te hacen tan atractivo. Siento que definitivamente eres el hombre perfecto.
Pero lamentablemente no eras para mi, aunque lo sabía... No sabes cuantas veces me dije a mi misma que no podíamos ser.
Supe también que has vuelto con Carolina. Y era de esperarse... Ella es tu esposa. Me alegro por Katherine, sus papás ya están juntos.
Decidí escribir esta carta para poder expresarme correctamente, cuando me miran tus ojos... No puedo concentrarme.
Te pido no me busques nunca. Borrame de tu vida, yo espero borrarte de la mía, también borra esta carta en cuanto la hayas leido, no quiero que nadie se entere de lo nuestro.
Me han dolido tanto tus últimas cartas.
Tus palabras hirieron justo en el centro de mi corazón. Cómo unas grandes estacas hiriendo a un lirio delicado.
Creo que no te has dado cuenta de como hieren las palabras. Cómo puedes llegar a sentirte con unas pocas oraciones.
Me ha dolido tanto amarte y sentir que ni te amo de la manera en que antes lo hacía.
Me duele no saber si aún me amas. Yo aún lo hago, pero de manera distinta.
Te necesito en mi vida, pero también te quiero lejos de ella. Me siento tan confundida.
Se que hice mal enamorándome de ti conociendo la circunstancias.
De verdad no quiero ser la otra, y de alguna manera sabía que nunca iba a poder ser la primera.
Por eso decido dejarte y poner punto y final a esta relación. Gracias por hacerme mujer siendo niña. Por enseñar a amar a alguien hasta que lo sienta viviendo dentro de mi piel.
Vives en mi cómo vive la fe en una iglesia, eres el viento que sopla en el verano, pero eres fuego e indudablemente quemas mi corazón.
Gracias por todo lo vivido y por la buena compañía. Te amo mucho y por momentos me hiciste sentir que eras la razón de mi existir.
Nos conocemos desde hace mucho, y siempre te he amado, justo desde el primer día que te conocí.
Me duele tanto saber que eres el padre de mi mejor amiga.
Por eso también debo borrarte de mi vida, te pido guardemos este secreto. Esta historia de amor sin culminar.
Definitivamente ha sido mi culpa, nací tarde y he llegado casi veinte años tarde a tu vida, así cómo he llegado tarde a todas las circunstancias buenas de mi vida.
Ya no puedo seguir escribiendo, siento que va a hacerse tarde y no quiero que puedas verme.
Definitivamente ya es hora de irme.
Perdón por ser un error en tu vida.
Me despido con todo el amor del mundo, y me llevo un corazón destrozado en migajas, espero tu superes esta pequeña e insignificante pérdida.
Te amaré por siempre Miguel, atentamente la niña de la dulce sonrisa."
Sequé mis lágrimas y tomé un sorbo de café, dejé la computadora con la nota abierta y me fui corriendo de su oficina.
Cumplí la promesa que me hice a mi misma, por fin me despedí.
Pero me siento destruida.
Es difícil amar a alguien que no puede estar en tu vida, sólo porque tu llegaste tarde a la suya.
Pero definitivamente sabía que no podíamos ser.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario