Carta a una vieja confidente.

"Sábado 11 de Septiembre de 2014

Ana tiene muchas cosas que decir, tengo muchas cosas que decirte, mi gran amiga Mariana...Luego

de un día pesado, pensando en lo maravillosa que fue mi vida en 2013, lo divertido que era tenerte junto a mi.

Más que una amiga eras mi hermana, mi soporte y la persona que más había querido bajo una red social.

Recuerdo que nuestros nombres de usuario siempre iban mencionados juntos. Donde estaba una, también estaba la otra. Éramos las mejores amigas y una especie de siamesas bajo seudónimos en una red social. Vivíamos pegadas hablando por todas partes. Fueron los meses mas bonitos de mi vida hasta la actualidad.

También recuerdo llamarte y durar horas hablando por teléfono contigo. Me parecía increíble que fueses tan especial.

Conocíamos tanto de nosotras, te desnude mi vida y mis miedos, me enseñaste que sin importar todo lo malo que me había pasado, aún podía confiar en alguien. Había una persona que era diferente. Alguien que me hizo creer en la amistad.

"Ana y Marianna, las mejores amigas."
Me parece increible que nunca nos conocimos en persona. Lo mas cercano a eso fueron algunas videollamadas.

Pero contigo no importaba la distancia, contigo no existían los kilometros que nos separaban. Hablabamos cada día, todos los días.

Siempre me preocupé por ti. Sin importar si tu lo hacías por mi. Nunca busqué nada a cambio porque tenerte como mi mejor amiga era suficiente.

Creo que siempre tuve miedo de perderte. Luego de perder a tantos amigos el el pasado, creo que es comprensible tener miedo a perder a una mejor amiga que en definitiva fue la más valiosa.

Luego de un largo año de conversaciones fallidas, tratar de hablarte y ver como nos distanciábamos poco a poco, de ver cómo te alejabas de mi, obviamente ver que estabas ocupada hablando con alguien más, y que alguien más era tu mejor amiga, que definitivamente ese ya no era mi lugar.

Comenzaste a irte poco a poco, y lamentablemente pasó. Mi miedo a perderte había cambiado y ahora era miedo a aceptar que te había perdido. Así como a todos los que amo.

Creo que he sido nacida para perder. Y con esto no quiero que te sientas mal. Aunque se que no leerás esta carta. Hace tiempo dejé de enviarte mis escritos cuando me di cuenta que te molestaba leerlos.

Te extraño.

Creo que te extraño y te voy a extrañar más de lo que te imaginas. Sólo que esta vez no voy a buscarte. Quiero dejarte recuerdos bonitos y no volverme una vieja amiga intensa que no supera el pasado.

Tu siempre estarás en mi corazón, y para mi siempre vas a ser especial, sabes más de mi que toda mi familia, dudo que pueda confiar en alguien como confiaba en ti.

Gracias por haber sido mi soporte, por estar ahí cuando nadie estuvo. Fuiste fundamental para ayudarme en todo. Gracias a ti muchas veces dejé de llorar.
Gracias a ti aprendí a desahogarme.
Gracias a ti aprendí que debía ser fuerte.
Gracias a ti aprendí que debía avanzar.
Sólo no aprendí a que un día debía dejarte ir.

Vienen a mi mente cantidades de recuerdos juntas. Incluso de tonterías y chistes hechos por llamada, saber que vivimos tantas cosas juntas estando tan lejos.

Te quiero, te quiero y siento que te voy a querer por un largo tiempo. Te juro quise por mucho que esta amistad fuese para siempre, pero no se pudo.

Hay cosas que simplemente no podemos forzar a ser.

No voy a despedirme porque no quiero hacerlo. Prefiero guardarte en mi corazón y cuando te piense alimentar una sonrisa con nuestros recuerdos.

Fuiste mi hermana, mi confidente y ahora ex confidente conocida por una red social.

Quisiera disculparme pero siento que no te hice nada malo. Sin embargo si alguna vez te molestó algo de mi... Juro desearía saberlo.

Gracias por haber estado en mi vida. "

Publiqué este mensaje en nuestra antigua red social. Ya estamos en 2015 y bueno, perdí a mi amiga. Mariana consiguió a una nueva confidente bajo la misma red social.

Es tiempo de eliminar esta carta, y seguir adelante, justo como he venido haciendo ocultando heridas.

Y así eliminé la publicación, y eliminé a Mariana de mis amigos. Ella definitivamente está mejor sin mi.