Sí. Quizás no tenemos el record más grande del mundo en querernos. Quizás ni siquiera me quieres. Quizás yo ni te quiero tanto como lo siento en este momento. Hoy no es un día pensado. Ni algo que parezca ser común. No tengo tus besos ni tengo tu amor, mucho menos tu piel. Al igual que siempre. Sólo que antes al menos eventualmente te tenía en el sexo. Y por eso creí poder tenerte hasta la piel, pero resultó que no. Traté de enredarte en mi, pero te esfumaste como siempre. Y yo me quedé aquí. Con lágrimas en los ojos. Y con un corazón roto, que va diambulando triste por las calles de Paris.
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