domingo, 9 de diciembre de 2018

Confiarías en mi?

Confiarías en mi si te digo que nunca había sonreído así?. No me canso de intentar porque para ti estoy, quiero estar y quiero vivir. Confiando en ti, esperando a que estés listo y decidas mirarme.

 Eres tú quien me hace sonreír y quien me hace sentir que la vida vale la pena porque tú estás a mi lado.

Traté de dejarte ir y aceptar que quizás no eras para mi. Pero quiero seguir intentando. 


Confiarías en mi si te digo que no puedo encontrar a alguien que me haga sentir así?


Ya traté de encontrar a alguien más por la aplicación de la máscara naranja y aquellas aplicaciones que prometen un “match” pero no fue así. No quiero estar más sólo los viernes.


Quiero escribirte cartas, mirarte y crear un cuento de hadas donde ambos protagonistas seamos tú y yo.


Ensayé en mi mente todo lo que te quería hacer y al final me confundí. Me matas si te vas, me revives si apareces. 


Me enamoré y desde ese momento florecen las flores, se hacen verdes los campos, el sol se vuelve amarillo y la luna blanca azulada. Hagamos realidad este cuento. Te siento y es cuestión de tiempo. 


Me enamoré y quiero empezar este cuento, con romanticismos y estupideces o con chistes y besos, prometo ser paciente hasta este encuentro. De a poquito te imagino y no sé qué pensar. Te besé en mis sueños y te volviste real.


Ya tuvimos un encuentro en nuestros cuerpos en mi mente, ya nos volvimos uno sólo en la cama y me di cuenta cuánto puedo imaginar. Hoy confío en cuanto te puedo amar. Y así volví a darme cuenta de que eras real y te quiero amar grande y por igual. Tratando de aprender a materializar todo esto y hacerlo real.


Confiarías en mi si te digo que nadie cómo yo te puede amar más ?, creo que no puedo pedirle más a la vida; sólo que me correspondas y sea real.


Creo que me estás enseñando a Amar.

sábado, 20 de octubre de 2018

probablemente

Probablemente fue mi empeño porque te quedarás aquí, probablemente fueron los sueños que tenía antes de que llegaras.
Probablemente haya sido mi necesidad de dar amor; que al llegar la persona que me levantó el alma, terminé ahogándolo en mis amores.
Probablemente sea yo, que soy un desastre en todos los pasos que suelo dar.
Probablemente sean mis labios, que no son tu mejor lugar para estar.
Probablemente soy yo, que di tanto de mí que te perdí en un ahogo por un mar de intensidades, suelo ser muy intenso cuando alguien me gusta de verdad.
Probablemente sea lo indeciso que soy, suelo cambiar una foto más de 60 veces, y más de saber que alguna podría gustarle a tu mirar.
Probablemente sea mi forma de ser, que claramente es difícil de soportar.
Probablemente sea que te asfixié entre todo mi amor para dar.
Probablemente fue mi pecho que lo repeles si te ha de abrazar.
Probablemente sea el dolor que me cuesta aceptar que no te gusté la vida, aquella que sentí que sacudiste cuando vi tú mirar.
Probablemente no tengo la magia que te quise mostrar.
Probablemente soy yo, gracias por permitirme darte una semana que a mi, me dió alegria sin par.
Probablemente deba pedir perdón, yo no sé cómo enamorar.

viernes, 19 de octubre de 2018

te quiero libre aunque me duela, porque sé que libre eres feliz.

Es que realmente me duele, pero quiero que me enseñes a ser tan abierto cómo tú, a pensar así, a crecer contigo.
Sé que eres libre, cómo los pájaros en el cielo, cómo las nubes que pasean en el cielo azul.
Y que mi amor no debe ser cadena alguna, mi amor debe ser impulso a tu liberación.
Te quiero libre aunque me desgarre, porque al curarme aquí sólo, sin que lo sepas... estarás para mi.
Te quiero de todos y te quiero mío, aunque me duela aceptar que amar no es pertenecer.
Te quiero dulce aunque me desangre, te quiero aunque me duela, te quiero así porque necesito aprender.
Te quiero aunque me deba deconstruir, te quiero aunque deba aprender desde cero.
Te quiero aunque me confunde, te quiero porque me enseñas.
Y aunque no deje de doler esta herida, te quiero porque la cura dejará su aprendizaje.

martes, 27 de marzo de 2018

No quiero dejarte ir.

Hoy te has ido,  ya debí dejarte ir.

Te he dejado ir tras tu nuevo amor, mi amor por ti sólo quiere que seas feliz.


Voy a extrañarte. Pero no quiero soltarte del todo.


Estaré esperándote dejando tu vasito con agua en la mesita de noche, por si de madrugada tienes sed y deseas venir, beber un poco de agua y volver a esta misma cama en la cual solías darme amor.


Te extraño, así cómo el mar extraña el verano para sentir sus aguas tibias.


Te extraño, así cómo la tierra extraña a la lluvia para sentirse llena, unificada.


Te extraño cómo si fueses el aire que me gusta respirar.


Sé que con él eres feliz, pero yo era feliz contigo.


Perdón por seguir pensando en mi. Pero te dejé ir pensando en ti. En lo que querías.


En que esa piel te haga sentir el amor que yo no pude. En qué esos labios te hagan sentir ese intenso color púrpura que se asocia con magia cuando besas a ese alguien especial.


Desearía ser el, o tener su suerte. Pero no puedo.


Sólo soy yo, el que amaste ayer. Cuando era joven y sano.


Hoy no sé qué puedo llegar a ser. Sólo sé que hoy lo amas a él.


No quiero dejarte ir, pero ya te has ido, y peor aún... yo te abrí la puerta.


Espero que este dolor, traiga su recompensa.


martes, 13 de febrero de 2018

No tenemos.

Sí. Quizás no tenemos el record más grande del mundo en querernos. Quizás ni siquiera me quieres. Quizás yo ni te quiero tanto como lo siento en este momento. Hoy no es un día pensado. Ni algo que parezca ser común. No tengo tus besos ni tengo tu amor, mucho menos tu piel. Al igual que siempre. Sólo que antes al menos eventualmente te tenía en el sexo. Y por eso creí poder tenerte hasta la piel, pero resultó que no. Traté de enredarte en mi, pero te esfumaste como siempre. Y yo me quedé aquí. Con lágrimas en los ojos. Y con un corazón roto, que va diambulando triste por las calles de Paris.