Estos eventos siempre son confusos, llenos de situaciones y lágrimas ocultas. Momentos que nadie conoce su situación exacta, pero muchos lo han vivido.
Caminé por la habitación y de pronto mi compañero me volteó lentamente dándome un papel, seguido de unas palabras...
"Esta hoja es la única pista que quedó de el..."
La tomé, y entre un suspiro sabiendo lo que venía... Comencé a leer aquello que parecía ser una carta.
"Uno era yo.
Otro era el.
De ser uno... Pasamos a ser dos.
Pero todo terminó, terminamos en unas gotas de cenizo y final de una no fantasía.
Sabía que el no sería bueno para mi.
Sé que el no es bueno para mi.
Pero no puedo evitarlo. No puedo soportarlo más.
No quiero aceptar que el se ha ido. No puedo soportar que me ha dejado.
Con el me perdía y no podía recordar quien era yo... Sólo podía recordar y saber quien era cuando estaba con el.
Ahora sin él, me he perdido a mi, y también perdí al ser que era cuando estaba con el.
Quisiera correr a el y preguntar...
¿Me quieres aún?
Pero eso no tendría ningún sentido.
Con el todo era siguiente al nivel de ser feliz.
Como flashes van cayendo mis recuerdos felices al estar con el.
Mis palabras salían solas, sus besos me alimentaban acompañado.
Ahora mis palabras quedan dentro, mis labios morirán de hambre solos, sólo lo quieren a el.
Fui tan feliz con el...
Pero así fue, así ya no es.
Quisiera tomar el teléfono y llamarlo.
Quisiera gritarle que venga y besarlo, unirme a el en un encuentro mágico en el que su piel y la mía se fusionasen en uno sólo.
Cantando con sus besos de melodía.
Cambiando nuestros sentidos, uniendo amor con sonrisas.
Malditas adicciones y necesidades.
De no ser por ellas no te habría perdido.
Ahora yo soy adicto a ti.
Y no puedo tenerte.
Ahora quiero partir a buscarte...
Cuanto me duele que hayas muerto."
Y luego de uno, dos inyectadoras, el joven que redactó la carta...
también había muerto.
Y así en Uno... Dos... No podía haber un tres.
A menos que ese tercero... Fuese un forense.
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