El elefante en el pasillo que sólo él y yo no queriamos ver. Él causante de mi derroche de sensualidad buscando destapar su sexualidad, aquel sentir que me hacía explotar queriendo explotar su ser.
Estaba enamorada, de una manera nunca antes vista, estaba idiotizada ante sus ojos cafes y sus pestañas negras y tupidas.
El chico que cuidaba al lugar (que parecia ser un bar) frente al periódico en el que trabajaba; se había robado mi corazón.
No era Big, no era Aidan, era simplemente él. Emmir. Menor que yo, dulce, talentoso, indefenso, y de cariñoso tono de voz, amante de la música.
Y con una quimica increíble conmigo.
Que podía salir mal?
Estaba comprometido y vivia en pareja, con alguien muy distinto a mi.
Ella era desaliñada, depresiva, con poca sensualidad y perfumes de catalogo, todo lo que el buscaba.
Y ahí estaba yo, contorneandome con mis vestidos ajustados, mis kilos de maquillaje y mi "scandal" de Jean Paul Gaultier, siendo de un mundo más ajeno a él de lo que él podría imaginar, aun así; quería conquistarlo.
¿Que más podía salir mal?
Que acepté ser su amiga y compartir tiempo con el.
Fui estúpida, fui incredula.
Y cada vez más me sentía atrapada hacía el.
Esperanzada y devota a su futuro amor.
Que más podía hacer?
Acaso podemos manejar nuestros sentimientos?
¿Podre decirle algún día que no quiero ser su amiga?
¿Valdra la pena dedicarte 3 horas diarias de maquillaje para sentirme linda para ti?
Son tantas cosas que no se cual debo pensar primero.
Pero se que la zona del amigo es donde debo estar.
Ya él ha ido a buscarme al trabajo, me ha llevado a casa, hemos ido al parque e incluso le he cocinado en los días tristes para cenar juntos en casa.
Quiero amarlo...
Pero no es mio.
Que debo hacer si el amor que me derrite, no es para mi?
Debo dejar de ir a tomar café en el bar de enfrente, o debo simplemente dejar de fijarme en los hombres inadecuados?
Debería contarles en este momento que también big ha regresado preguntando por; ¿como han estado estos días?
Ha sido un fin de año impensado, con tantas ideas en mi mente. Solo cuando ciero los ojos pienso en emmir. ¿Podría él ser quien cuide mi corazón de ahora en adelante?
¿Podre enamorarlo?
¿Seré una egoista, por querer a un hombre que ya tiene su vida hecha?